sábado, 7 de febrero de 2015

LAS REDES SOCIALES


VIDEO PRODUCIDO POR JHOSWERD LUGO

SEMINARISTA RECUERDAS QUE NO ESTAS SOLO

A Ti….. gracias. 

Gracias por escuchar Su voz.  Por dejarte llevar por el llamado de Dios para servirlo a Él y ayudarnos a los demás a seguirlo y servirlo también desde nuestra vocación laica.  Gracias por seguir el camino hacia el sacerdocio. 
El camino no es fácil.  
Tendrás que dejar tu casa, tu familia y tu vida, a las que estás acostumbrado.  Pero no entristezcas, porque vas a ir a una casa, una familia y una vida mucho más grande de la que tenías.  Una casa y una familia que es la Iglesia en comunidad.
Tendrás momentos en donde estarás muy seguro de esa decisión y de seguir en ese camino con entusiasmo, amor, entrega y alegría.  
Pero también habrá momentos en los que se presentarán situaciones y circunstancias que te harán dudar de esa decisión.
Calma, no te desesperes.  Recuerda que somos humanos, cometemos errores y no somos perfectos.  Perfecto, solo Él, solo Dios.  Pero Él nos quiere con esos errores, con esas fallas, para que con ellas aprendamos.  
Aprendamos a ser mejores personas, a luchar por encontrar esa perfección.  Esa perfección que no es física, sino espiritual. Para encontrarlo a Él.  Al Padre. 
En esos momentos de desesperación y duda, recuerda el porqué y el por quién empezaste este recorrido: Dios.
Pídele a Él, que por medio del Espíritu Santo, te guíe.  Porque sólo Dios sabe tu camino, sólo déjate guiar por Él, así como escuchaste su voz la primera vez.
Recuerda, no estás solo. 
Él te pondrá a personas buenas en tu camino: familia, amigos, formadores y maestros, que te ayudarán a ser una mejor persona, un mejor sacerdote.  Un sacerdote que guíe con la Palabra y el ejemplo.  Un sacerdote preocupado por ayudar y a guiar a los demás, para que todos en comunión lleguemos al Padre.
En mí, siempre tendrás a una amiga y una hermana, que te ayudará cuando la necesites. Siempre estaré pidiendo mucho por Ti, para que tu vocación siga creciendo cada día más y alcances el camino y la meta que Dios quiere para ti.
 Cuídate mucho.  Que Dios te bendiga todos los días.  Recuerda… siempre confía en ÉL.
UNA FELIGRESA 

TÚ ELIGES EL CAMINO


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15 REGLAS DE ORO (DE UNA SACERDOTE VIEJO) PARA UN JOVEN SACERDOTE

Todos los días en el silencio de mi pobre oración medito, repaso cada una de estas reglas y siento que recobro fuerzas, descubro mi horizonte para no perderme en lo mediato o en lo inmediato de la confusión de esta vida transitada.
No hay duda que una de las mayores riquezas  que nos puede dejar un sacerdote, es su propia experiencia. El padre Jorge nos ha dejado unas "señales de pista"  para no perder el horizonte o cuando lo perdamos volvamos a él. Las cuales te las comparto!
Al cumplir los noventa años deseo informarte, joven sacerdote, de algunas normas que han orientado mi vida:
1- Me ordené a los 33 años, he cumplido los 90 y no me he arrepentido ni un minuto. Elegí bien. Si volviera a nacer elegiría lo mismo.
2- Valora tu vocación. El sacerdote es el mayor bienhechor de la humanidad, pues sólo él puede dar la vida eterna.
 3- La autoestima es razonable; pero la vanidad, no. Ignorar los dones recibidos de Dios es ingratitud; pero envanecerse de ellos es ridículo, pues Dios pudo habérselos dado a otro y no a ti. Ya dijo San Pablo: ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si los has recibido, ¿de qué te engríes?
4- Procura tener una buena cultura, sobre todo en las materias afines al sacerdocio. Pero no olvides que la virtud es más importante que la cultura. El Cura de Ars, con poca cultura, ha salvado más almas que muchos sacerdotes muy cultos.
5- El tiempo es para evangelizar, estudiar y orar. Nada más. Descansar sólo lo indispensable.
6- Cuida tu salud para estar apto a las exigencias de la evangelización.
7- Cuida tu imagen; no por vanidad mundana, sino para ayudar a que reciban tu mensaje. Si resultas repelente, el rechazo a tu persona arrastrará el rechazo a tu mensaje.
8- Es posible que alguna mujer se enamore de ti. Recházala con caridad, pero con firmeza. No te creas invencible. Todos podemos perder la cabeza. No serías el primero ni el último. Sé humilde y toma precauciones.
9- La codicia es peor que la lujuria. El dinero hace falta para evangelizar. Muchos instrumentos de evangelización cuestan dinero. Pero el apego al dinero puede apartarnos de Dios.
10- Sé fiel al ‘MAGISTERIO OFICIAL DE LA IGLESIA’. Debemos dejarnos conducir por quien Dios ha puesto al timón de la Iglesia, y no por las opiniones de un marinero de cubierta.
11- Debemos procurar ser “otros Cristos” en la tierra: pasar haciendo el bien. Que todo el que se acerque a nosotros se aleje mejorado espiritualmente.
12- Y por supuesto, atiende a todos siempre con buena cara. Que nunca nadie pueda considerar que no lo has atendido bien.
13- Cuida mucho los juicios que emites de otros. Alguna persona se apartó de la Iglesia por lo que dijo de ella un sacerdote. Hay que combatir el error, pero sin despreciar a la persona equivocada.
14- Si te equivocas, reconócelo; y pide perdón si alguien se ha sentido herido por tu culpa. La soberbia en un sacerdote es funesta. La humildad resulta atractiva.
15- Que se te vea piadoso. Trata a la Eucaristía con todo respeto y devoción. El P. Ángel Peña, agustino recoleto, tiene un bonito libro titulado ‘SACERDOTE PARA SIEMPRE’, que termina con este consejo: ‘Sacerdote, celebra tu misa, como si fuera tu primera misa, como si fuera tu última misa, como si fuera tu única misa’.

Padre Jorge Loring + Fue a la Casa del Padre el 25. XII. 2013
http://www.infovaticana.com/consejos-a-un-joven-sacerdote/

TENEMOS DOS VIDAS


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SEMINARISTA ERES LA ESPERANZA DE UN BUEN CONSEJO A TIEMPO

A los seminaritas.
Querido jóven que estás tratando de llegar al sacerdocio: 
Tú eres ya un renuevo de la Vid que nos une a todos los católicos.  Actualmente con la vida que llevamos no hay mucho tiempo para meditar y pensar en serio muchas cosas, es más olvidamos estar en la presencia de Dios todos los días.  
Los seres humanos siempre estamos necesitados de “cosas” tangibles en cada momento de nuestras vidas, siempre necesitaremos pastores que nos guíen en nuestro camino hacia Cristo. 
Por eso tú eres una esperanza nuestra para que como buen sacerdote nos vayas guiando, corrigiendo y perdonando nuestras faltas. 
Tú eres la esperanza de un buen consejo a tiempo, al oficiar nuestras Eucaristías, seguir tus ejemplos, en fin, nuestra esperanza en tí es muy grande sobre todo actualmente que no tenemos muchos sacerdotes. 

Gracias.
 Una Cristiana practicante. 67 años. Ama de casa.